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Apaguemos las luces: recuperación de nuestro cielo nocturno

¿Quién necesita la oscuridad? ¡Todos! ¡Incluso tú!

Desde el primer momento en que la humanidad levantó la vista hacia el cielo nocturno, este ha sido el telón de fondo de nuestras vidas. Ha inspirado nuestras historias, ha guiado las prácticas agrícolas y la navegación, y ha sido una ventana hacia el universo. Esa conexión profunda y ancestral merece ser protegida.

[Le pedimos a la audiencia] que se detenga y piense qué significa para ellos la desaparición del cielo nocturno, y lo que pueden hacer para recuperarlo, no solo para ellos sino también para los demás.
Stephen Loring, cocurador de la exposición y arqueólogo del Centro de Estudios Árticos del museo.

“Desde los albores de la humanidad, hemos observado el cielo nocturno y reflexionado sobre las maravillas y misterios del mundo; una experiencia poderosa que muchas culturas distintas celebran y consideran sagrada”, afirmó Stephen Loring, cocurador de la exposición y arqueólogo del Centro de Estudios Árticos del museo.

En todo el mundo y a lo largo del tiempo, el manto de estrellas que nos cubre ha ocupado un lugar destacado en nuestras historias y nuestro arte, y ha dado forma a nuestro conocimiento y creencias.

La iluminación es útil y a menudo necesaria para una gran variedad de actividades después de la puesta del sol. Pero el exceso de luz en el lugar equivocado o de la calidad equivocada se convierte en contaminación lumínica.

Transcripción (pdf)

Muchas especies dependen de pautas de luz externa (ciclos de la luz solar, de la luna y de las estrellas) para marcar los momentos de descanso, alimentación, apareamiento, migración, e incluso para activar y desactivar genes específicos.

La contaminación lumínica afecta el comportamiento de la vida silvestre, reduce la producción de melatonina (una sustancia que nos ayuda a dormir) en nuestro organismo e ilumina el cielo nocturno, que nos impide ver las estrellas.

Más del 80 % de las personas en todo el mundo viven bajo cielos con cierto nivel de contaminación lumínica y aproximadamente de un tercio de la población mundial ya no puede ver la Vía Láctea. En Norteamérica, esa cifra está cerca del 80 %.

Sin embargo, aún hay esperanzas: existen medidas simples que podemos tomar para recuperar las estrellas.

graphic of a light blue house with a dark blue starlit sky. There is a spotlight shining down on the front door. A green check mark sits to the right of the house.

Abracemos la oscuridad

Las luces artificiales se han convertido en elementos tan comunes de la noche, que las damos por sentado. Pero, ¿qué significan las noches más brillantes para las personas y la vida silvestre? Los efectos de la contaminación lumínica son mucho más que una menor posibilidad de ver las estrellas, pero afortunadamente, las soluciones pueden causar un efecto inmediato.

Título de la Exposición
Apaguemos las luces: recuperación de nuestro cielo nocturno
Ubicación
Museo Nacional de Historia Natural
Dirección
10th St. & Constitution Ave. NW
Washington, D.C. 20560
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